El pasado miércoles el Tribunal Supremo anuló la adquisición de acciones de Bankia que tuvo lugar en la oferta pública de 2011, ya que aprecia un error de vicio en el consentimiento al no reflejarse la realidad en las cifras que arrojaban los folletos que anunciaban las acciones. El Supremo, con esta acción, rechaza dos recursos que presentó Bankia contra la anulación de la suscripción de acciones.
El Alto Tribunal obligará a la entidad bancaria a devolver el dinero a dos suscriptores de su oferta pública y abrirá, con este proceso, la vía a miles de nuevas reclamaciones. El golpe a la entidad será doble ya que el Supremo rechaza que la causa penal abierta en la Audiencia Nacional pueda paralizar la reclamaciones individuales por la vía civil.
El Alto Tribunal señala que hubo un error de vicio del consentimiento en los que compraron las acciones de Bankia, debido a que las cifras que se mostraban en los folletos de publicidad estaban maquilladas y no tenían nada que ver con la realidad, siendo las diferencias exageradas y produciendo, de esta forma, un error grave.
En la actualidad existen demandas, por la venta de acciones de Bankia, por cantidades superiores a los 800 millones de euros, aunque la entidad, a sabiendas de lo que podía ocurrir, ya tuvo una previsión de fondos para cubrir las posibles sentencias judiciales a este efecto. El mayor problema al que se enfrente al entidad, es que esta resolución de Tribunal Supremo puede ser clave para la resolución final del «caso Bankia», que se está juzgando en la Audiencia Nacional, precisamente por las irregularidades de su salida a bolsa.
El Supremo admitió a trámite los recursos de Bankia, interponiendo las quejas contra dos sentencias; una de la Audiencia de Valencia y otra de la Oviedo. El Supremo, reafirma las decisiones de las Audiencias y considera probado que hubo un engaño en las cifras que reflejaban los folletos de publicidad de las acciones de Bankia, lo que llevo a los compradores a un engaño.